Según un sondeo realizado a 20 universitarios en el Monoblock de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), al día, ellos gastan 10 bolivianos en alimentos. Consumen ají de fideo, tucumanas, salteñas, masitas y papas fritas para saciar el hambre, pero si aumentaran dos bolivianos, comprarían alimentos ricos en vitaminas y proteínas para así recobrar sus energías. 

Los estudiantes, siete mujeres y 13 varones de varias carreras, coinciden en señalar que consumen las comidas anteriormente citadas por factores de tiempo y recursos económicos. 

Por ejemplo, Aurora Canaza (22), de la carrera de Psicología, dice que sus clases se inician a las 07.30, por lo que no desayuna en su casa. “Como es la comida más importante del día, lo compenso con una quinua con leche y una empanada”. Otra estudiante, Maritza Condori (20), quien hacía fila para comprar una tucumana en la puerta lateral de la UMSA, comenta que su primer alimento en la mañana consiste en una taza de té o café con pan. 

El 80 por ciento de los alumnos consultados respecto de su alimentación señalaron que intentan “llenar el estómago”, ya que entre la amplia oferta de comidas en las inmediaciones y el interior de la UMSA figuran el ají de fideo, choclo con queso y salteñas.

Alto a la comida basura. Según Mónica Vacaflor, nutricionista en MediCentro, “un estudiante debe consumir al día yogur, leche, carnes, verduras y por lo menos dos porciones de fruta para recuperarse del desgaste físico y mental, a fin de no bajar el rendimiento en sus estudios”. 

La experta añade que a la dieta equilibrada debe complementarse los hábitos alimentarios. “Es necesario que los jóvenes en constante actividad consuman cuatro alimentos al día”, dice Vacaflor, quien sugiere que necesariamente “el desayuno debe hacerse con calma y en casa, y, a media mañana, consumir una porción de yogur con algún bizcocho o un sándwich de huevo”. Asimismo, advierte que, aunque parezcan nutritivos, los productos de los puestos de venta de “vitamínicos” (jugos, quinua con leche y mates) no son confiables por su composición.

10 bolivianos. Es el monto de dinero del que disponen los universitarios, en promedio.

Gran demanda de alimentos poco saludables. Leche con quinua, arroz o avena son algunas de las bebidas que se encuentran todas las mañanas en los alrededores de la UMSA, al igual que las tucumanas, salteñas, rellenos, hamburguesas, salchipapas o sopas de fideo con silpancho. Los jugos y las comidas cuestan desde dos hasta cinco bolivianos.

Algunos testimonios de estudiantes que participaron en el sondeo.

“En la mañana salgo sin desayunar para no atrasarme a mis clases, pero desayuno en la cafetería de la UMSA a las 10.00”.

“Por falta de tiempo es que no preparo una merienda saludable”.

“No traería mi comida, porque es algo que hacen los niños del kínder. Prefiero comer en la calle”.

“Consumo los alimentos de la calle porque satisfacen mi hambre, además son baratos y todos los comen”.

“Lo que más se vende en el comedor son las sopas de fideo con silpancho y los jugos de fruta con leche”.