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UPEA se beneficia con la transferencia de 100 hectáreas

La Universidad Pública de El Alto (UPEA), se benefició con la entrega de 100 hectáreas de terrenos. La transferencia fue realizada por la comunidad de Kallutaca, ubicada en la segunda sección del municipio de Laja, provincia Los Andes del departamento de La Paz.

La entrega fue anunciada, luego de una reunión sostenida entre comunidades de la Subcentral Quentavi, representantes de la casa de estudios superiores y delegados de los universitarios.

Las autoridades aclararon que la UPEA, en su presupuestó del Programa Operativo Anual 2012, consideró más de dos millones de bolivianos para la construcción de una infraestructura y equipamiento, que no se cristalizó por no contar con el derecho propietario del inmueble, asimismo, aclararon que este es uno de los proyectos más anhelados por estudiantes, docentes y la población de la urbe alteña.

En la reunión se trató también el tema del trabajo referente a la asistencia técnica en producción animal y producción agrícola, cuya coordinación será con autoridades de la universidad y la carrera de Medicina Veterinaria y Zootecnia, así como autoridades de las cinco comunidades. Estos se comprometieron a apoyar en todo y ser coadyuvantes para que se dé el derecho propietario a favor de la universidad.

UPEA: busca obtener abono con la coca incautada a narcos

La hoja es mezclada con comida no digerida de las reses faenadas, con yogur y levadura. Se alimentará a lombrices para que produzcan humus.

A lombrices como las de la foto se las alimentará con coca.
El Gobierno entregó a la Universidad Pública de El Alto (UPEA) 50 toneladas de coca prensada confiscada al narcotráfico. La hoja es utilizada por los estudiantes de la facultad de agronomía en tres tipos de experimentos que buscan convertir el producto en abono orgánico.

En marzo de este año, el Viceministerio de la Coca y Desarrollo Integral firmó un convenio con la UPEA para comenzar el proyecto y a fines de abril se entregaron los paquetes de coca conocidos comúnmente como “chanchitos”. Esto es parte de un programa del Gobierno para aprovechar la hoja que es decomisada y que también beneficia a municipios.

Página Siete estuvo en la facultad y conoció de cerca ese trabajo. El producto está almacenado bajo llave en un galpón de la facultad, ubicado en la carretera La Paz-Laja. Al estar prensada, esta coca ya no sirve para el pijcheo ni para los rituales andinos, sino sólo para obtener cocaína.

Los experimentos son realizados, desde entonces, por al menos siete estudiantes de último curso que elaboran sus tesis para titularse. Se espera que haya resultados en cuatro meses, informa el director de la carrera de agronomía, Humberto Sáenz.

Resaltó que el trabajo no comenzó de cero, puesto que la Universidad Mayor de San Simón, en Cochabamba, “realizó un estudio previo, con coca de Chapare, y tuvo resultados alentadores”.

Los universitarios trabajan con tres experimentos. En uno, la hoja se mezcla con restos de comida del estómago de reses muertas; en otro, se le agrega lácteos y levadura; y, en el tercero, se usará basura orgánica. “Probamos mezclas con diversos residuos, como con estiércoles y con otros productos”, explica Sáenz.

Para la primera iniciativa, la UPEA firmó un convenio con la Alcaldía de El Alto, gracias al cual recibe el material desechado del matadero Los Andes.

“Cada día matan 400 reses. La Alcaldía nos trae toneladas de material que no tiene ningún uso, así que apoyamos a la solución de un problema ambiental”.

Los estudiantes utilizan el alimento que queda en el rumen (uno de los estómagos de la vaca). “La coca no se puede descomponer sola en un tiempo razonable, por lo que, al mezclarla, aceleramos el proceso”, dice Sáenz.

Los universitarios construyeron armazones de madera denominados “corrales compost”. Juan Ricardo Copa, tesista encargado del proyecto, explica que se mezcló, en 12 compartimientos, la coca incautada con los restos de comida a medio digerir en diferentes proporciones. Así se “verifica cuál es la mejor combinación”.

En el segundo experimento los universitarios trabajan con “aceleradores” para descomponer la hoja. En este caso, se agrega levadura, yogur y suero de leche.

“Mezclamos estos productos, que tienen otros microorganismos, con la coca, para ver cuál podría ser la mejor opción para acelerar la descomposición y generar un abono óptimo”, dice Sáenz.

La tercera iniciativa aún está en proceso y plantea usar la lombricultura, que es aprovechar el estiércol (humus) de las lombrices como abono. Para esto cada estudiante llevará unos 100 kilos de basura orgánica. “La acopiamos también de los mercados”.

“La basura se la mezclará con coca, para alimentar a las lombrices rojas californianas, que fueron traídas de Estados Unidos hace muchos años, y se especializan en alimentarse de residuos”.

El detalle es que los invertebrados “nunca comieron coca. Y, la verdad, tenemos un poco de miedo de la reacción que tengan. Por eso, probaremos desde la siguiente semana con animalitos recién nacidos”, explica.

Sáenz dice que en 90 días se alcanzó una descomposición “muy buena” en los sistemas ensayados y espera que en 120 días más haya un excelente fertilizante.

Envían “chanchitos” a Yungas y Chapare
El Viceministerio de Coca y Desarrollo Integral confirmó a Página Siete que también se envían paquetes de coca prensada secuestrados al narcotráfico a municipios productores de la hoja en Yungas y Chapare para que sean usados en investigaciones con el objetivo de crear abono.

“Firmamos convenios con varias alcaldías y también universidades para que puedan llevar adelante investigaciones para la fabricación del abono de coca, que es orgánico”, dijo hace dos semanas el director jurídico del viceministerio, Fernando Cortez.

El funcionario admitió que aún no se obtuvieron resultados, “pero estamos enviando coca, tanto a la UPEA como a la Alcaldía de Coripata, Yungas, en La Paz; a la de Shinahota, en Cochabamba; y alguna otra que en este momento no recuerdo”.

Cortez aseguró que la coca ya no puede ser quemada. “Antes, EEUU disponía de un presupuesto para incinerarla. Hoy, nuestra Constitución nos manda preservarla; es nuestro respaldo para buscar beneficio y utilidad, como es el abono”.

Iván Arias, analista en temas municipales, aseguró que “las normas establecen que la coca incautada debe ser incinerada”.

Marcelo Tedesqui

09 de julio de 2012

Universitarios de Agronomía de la UPEA: convierten la coca en abono orgánico

Estudiantes de la carrera de Ingeniería Agronómica de la Universidad Pública de El Alto (UPEA) desarrollaron un proyecto con el que pueden convertir la hoja de coca en abono orgánico para mejorar la producción alimentaria del área rural.


En coordinación con el Viceministerio de la Coca y la dirección del técnico ambiental, Humberto Sainz, los jóvenes utilizan la coca incautada al narcotráfico para poder ejecutar su cometido.

En una visita a la comunidad Kallutaca, ubicada cerca a la población de Laja, estudiantes de la UPEA, guiados por Sainz, realizaron una demostración de la preparación del abono con la hoja de coca. En la ocasión, el técnico ambiental explicó que dicha técnica es el compostaje, el cual debe seguir por un proceso biológico de descomposición con el que se utiliza la coca incautada cuando ésta se encuentra deshidratada.

Este proyecto es realizado bajo el convenio entre el Viceministerio y la UPEA, donde esta última se compromete a elaborar el abono orgánico y la institución gubernamental en dotar la coca.

Los estudiantes de la UPEA están prestos a procesar alrededor de 100 mil libras de hoja de coca y actualmente se viene realizando dicho proceso, incluyendo además diversas proporciones con otros materiales orgánicos, como residuos de cocina, ganadería y restos de cosecha para producir un abono de calidad.

Sainz explicó que es la primera vez que se realiza el proyecto en el altiplano, luego de haber sido implementado en los Yungas y en Cochabamba por los estudiantes de la carrera de Agronomía de la Universidad Mayor de San Simón

“El material se llama compost, es un abono que se puede utilizar en la agricultura sin peligro, ahora vamos a probar con papa, avena y haba. Anteriormente no habíamos tenido acceso a este material y ahora tenemos un proceso que es prometedor. Ahora lo que hemos preparado está en fermentando, en una semana hemos tenido el inicio de la descomposición y esperamos que en 120 días, tener un abono de calidad”, dijo.

Con respecto al producto final, el experto explicó que durante el proceso de elaboración del abono se destruirán las sustancias que tiene la hoja como tal; sin embargo dijo que las sustancias serán previamente sometidas a un análisis y validación, antes de llevarlas al campo.

Según el jefe de la Unidad de Industrialización del Viceministerio de la Coca, Roberto Ramírez, el proyecto será ejecutado en dos etapas: la primera es elaborar el compost de coca, proyecto que se viene desarrollando en Kallutaca y posteriormente validarlo en el campo, en diferentes cultivos que tienen las familias.

En esta fase la Universidad alteña debe realizar la conversión del compostaje con 100 mil libras de coca; para lo cual el Viceministerio trasladó una parte que es de 50 mil libras.

Asimismo, explicó que el trabajo es desarrollado a través de trabajos de investigación y tesis de grado. En principio realizarán el experimento y posteriormente, dos tesistas más procederán con la validación.

“Como hemos mencionado, el convenio marco para elaborar y validar compost de coca en los predios de Kallutaca tiene dos fases, elaborar el compost y validar en el campo, ahora se está haciendo el proceso de conversión con 100 mil libras, pero primero se va a utilizar 50 mil. Este trabajo se hará realidad a través de trabajos de investigación y tesis de grado. El trabajo estará dirigido con profesionales de gran trayectoria como es el ingeniero Humberto Sainz y Francisco Mamani”, explicó.

Finalmente, el Viceministro señaló que con este proyecto se quiere demostrar que la hoja de coca no debe ser satanizada, puesto que también puede ser muy fructífera.

MODO DE PREPARACIÓN DEL COMPOST

En la oportunidad, los estudiantes de Agronomía de la UPEA, demostraron el modo de preparación del compost con la hoja de coca. El mismo consiste en colocar una primera capa de abono normal para posteriormente agregarle una capa de coca, otra de residuos orgánicos (cáscaras de alimentos y comida que es desechada) y finalmente más coca.

Además, explicó que se utilizan otros elementos que son el yogurt y leche, los cuales ayudan a apresurar el proceso de conversión.

“Esta es la forma de trabajo que realizamos en este proceso, esperamos los resultados para ver el producto final, además utilizamos otros elementos como el yogurt y la leche”, mencionaron.

A su vez, el jefe de la Unidad de Industrialización del Viceministerio de la Coca, explicó que existen aproximadamente dos millones de libras de coca incautada, en diferentes lugares, la cual será destinada a este proyecto.

También el consultor ambiental, Humberto Sainz, dio a conocer que la coca incautada era anteriormente incinerada en la Vinto, Oruro, no obstante este proceso tenía un costo que era de Bs 1,80 por kilogramo, además la agencia de Estados Unidos que apoyaba con recursos para la incineración canceló el apoyo, por lo cual el Estado optó por probar esta técnica.

La carrera de Agronomía en Achumata

Amachuma mostró su potencial alimentario

 Para potenciar este rubro económico, autoridades de la localidad solicitaron la implementación de proyectos similares .

Comunarios mostraron toda su producción
 y sus mejores especímenes.

La comunidad Amachuma ubicada en el Distrito Municipal 10 de la ciudad de El Alto, demostró en la primera gran Feria de la Leche todas las potencialidades ganaderas y agrícolas que garantizan la seguridad alimentaria de esta urbe promoviendo todos los avances tecnológicos de la región.

La actividad fue desarrollada el pasado viernes y contó además con la participación de subalcaldías de los Distritos 9, 11 y 13, la misma fue coordinada por la Comisión de Planificación y Desarrollo Productivo presidida por el concejal Óscar Huanca Silva, la Dirección de Desarrollo Agropecuario, la UPEA (carrera de Agronomía), Misión Alianza Noruega, CUNA, Cipca, Comunidad y Acción de Desarrollo.

Al respecto, el subalcalde del Distrito 10, Severo Mamani, calificó al evento como exitoso y positivo ya que junto a la comunidad Parcopata se demostró a las autoridades municipales e invitados especiales las potencialidades que existen en el sector, como la producción de leche de los terneros que nacieron a través de proyectos de mejoramiento genético.

En la oportunidad se realizó la demostración de los resultados de dicho proyecto, donde se ordeñó a una vaca que producía alrededor de 13 a 18 litros de leche, empero manifestaron con preocupación que este producto no es bien remunerado ya que el costo del litro es de sólo Bs 2,50 y es entregada a las grandes empresas encargadas del rubro lo cual sólo cubre para la alimentación del ganado.

En la oportunidad, solicitaron al concejal Huanca realizar gestiones para el pronto funcionamiento de la planta de lácteos, porque pese a contar con todo el equipamiento no cuentan con servicios básicos para su funcionamiento.

“Queremos que nuestra planta lechera se reactive a la brevedad ya que a la fecha no cuenta con el líquido elemento que es el agua para su funcionamiento, sólo así vamos a poder generar el desarrollo económico local desde este distrito”, expresó la autoridad.

Al respecto, Juan Coronel, en representación de la carrera de Agronomía de la Universidad Pública de El Alto (UPEA), señaló que la institución aportará con profesionales y recursos humanos para formular y diseñar proyectos que beneficien a las comunidades de Parcopata y Amachuma de manera que mejoren su calidad de vida.

Asimismo, la Misión Alianza Noruega, a través de sus representantes señalaron trabajarán de forma coordinada en las 4 subalcaldías rurales. De la misma manera, Iblin Siles de Comunidad y Acción manifestó que coadyuvará en las gestiones de desarrollo que realice la subalcaldía del D-10.

Finalmente, Huanca se comprometió a trabajar dentro el marco del proyecto “Comité Permanente de Desarrollo Productivo”.

“Hoy se muestra el diagnóstico distrital, para luego realizar las estrategias de intervención en desarrollo productivo sostenible, para que el Ejecutivo municipal, en concurrencia con la Gobernación y Gobierno central prioricen mayor inversión publica en salvaguardar la seguridad y soberanía alimentaria de El Alto, para generar políticas de desarrollo económico productivo y empleos desde nuestras aéreas rurales”, manifestó.

BREVE HISTORIA

A través de la Ordenanza Municipal Nro. 150/05, de fecha 11 de Octubre de 2005, fue aprobada la Creación de la Subalcaldía del Distrito Rural Agropecuaria y Eco Turístico 10, conformado por las comunidades de Amachuma y Parcopata, habitado por 3.700 habitantes en su mayoría productores ganaderos y agropecuarios.


El Diario