UPEA: busca obtener abono con la coca incautada a narcos
La hoja es mezclada con comida no digerida de las reses faenadas, con yogur y levadura. Se alimentarĂ¡ a lombrices para que produzcan humus.
A lombrices como las de la foto se las alimentarĂ¡ con coca. |
El Gobierno entregĂ³ a la Universidad PĂºblica de El Alto (UPEA) 50 toneladas de coca prensada confiscada al narcotrĂ¡fico. La hoja es utilizada por los estudiantes de la facultad de agronomĂa en tres tipos de experimentos que buscan convertir el producto en abono orgĂ¡nico.
En marzo de este año, el Viceministerio de la Coca y Desarrollo Integral firmĂ³ un convenio con la UPEA para comenzar el proyecto y a fines de abril se entregaron los paquetes de coca conocidos comĂºnmente como “chanchitos”. Esto es parte de un programa del Gobierno para aprovechar la hoja que es decomisada y que tambiĂ©n beneficia a municipios.
PĂ¡gina Siete estuvo en la facultad y conociĂ³ de cerca ese trabajo. El producto estĂ¡ almacenado bajo llave en un galpĂ³n de la facultad, ubicado en la carretera La Paz-Laja. Al estar prensada, esta coca ya no sirve para el pijcheo ni para los rituales andinos, sino sĂ³lo para obtener cocaĂna.
Los experimentos son realizados, desde entonces, por al menos siete estudiantes de Ăºltimo curso que elaboran sus tesis para titularse. Se espera que haya resultados en cuatro meses, informa el director de la carrera de agronomĂa, Humberto SĂ¡enz.
ResaltĂ³ que el trabajo no comenzĂ³ de cero, puesto que la Universidad Mayor de San SimĂ³n, en Cochabamba, “realizĂ³ un estudio previo, con coca de Chapare, y tuvo resultados alentadores”.
Los universitarios trabajan con tres experimentos. En uno, la hoja se mezcla con restos de comida del estĂ³mago de reses muertas; en otro, se le agrega lĂ¡cteos y levadura; y, en el tercero, se usarĂ¡ basura orgĂ¡nica. “Probamos mezclas con diversos residuos, como con estiĂ©rcoles y con otros productos”, explica SĂ¡enz.
Para la primera iniciativa, la UPEA firmĂ³ un convenio con la AlcaldĂa de El Alto, gracias al cual recibe el material desechado del matadero Los Andes.
“Cada dĂa matan 400 reses. La AlcaldĂa nos trae toneladas de material que no tiene ningĂºn uso, asĂ que apoyamos a la soluciĂ³n de un problema ambiental”.
Los estudiantes utilizan el alimento que queda en el rumen (uno de los estĂ³magos de la vaca). “La coca no se puede descomponer sola en un tiempo razonable, por lo que, al mezclarla, aceleramos el proceso”, dice SĂ¡enz.
Los universitarios construyeron armazones de madera denominados “corrales compost”. Juan Ricardo Copa, tesista encargado del proyecto, explica que se mezclĂ³, en 12 compartimientos, la coca incautada con los restos de comida a medio digerir en diferentes proporciones. AsĂ se “verifica cuĂ¡l es la mejor combinaciĂ³n”.
En el segundo experimento los universitarios trabajan con “aceleradores” para descomponer la hoja. En este caso, se agrega levadura, yogur y suero de leche.
“Mezclamos estos productos, que tienen otros microorganismos, con la coca, para ver cuĂ¡l podrĂa ser la mejor opciĂ³n para acelerar la descomposiciĂ³n y generar un abono Ă³ptimo”, dice SĂ¡enz.
La tercera iniciativa aĂºn estĂ¡ en proceso y plantea usar la lombricultura, que es aprovechar el estiĂ©rcol (humus) de las lombrices como abono. Para esto cada estudiante llevarĂ¡ unos 100 kilos de basura orgĂ¡nica. “La acopiamos tambiĂ©n de los mercados”.
“La basura se la mezclarĂ¡ con coca, para alimentar a las lombrices rojas californianas, que fueron traĂdas de Estados Unidos hace muchos años, y se especializan en alimentarse de residuos”.
El detalle es que los invertebrados “nunca comieron coca. Y, la verdad, tenemos un poco de miedo de la reacciĂ³n que tengan. Por eso, probaremos desde la siguiente semana con animalitos reciĂ©n nacidos”, explica.
SĂ¡enz dice que en 90 dĂas se alcanzĂ³ una descomposiciĂ³n “muy buena” en los sistemas ensayados y espera que en 120 dĂas mĂ¡s haya un excelente fertilizante.
EnvĂan “chanchitos” a Yungas y Chapare
El Viceministerio de Coca y Desarrollo Integral confirmĂ³ a PĂ¡gina Siete que tambiĂ©n se envĂan paquetes de coca prensada secuestrados al narcotrĂ¡fico a municipios productores de la hoja en Yungas y Chapare para que sean usados en investigaciones con el objetivo de crear abono.
“Firmamos convenios con varias alcaldĂas y tambiĂ©n universidades para que puedan llevar adelante investigaciones para la fabricaciĂ³n del abono de coca, que es orgĂ¡nico”, dijo hace dos semanas el director jurĂdico del viceministerio, Fernando Cortez.
El funcionario admitiĂ³ que aĂºn no se obtuvieron resultados, “pero estamos enviando coca, tanto a la UPEA como a la AlcaldĂa de Coripata, Yungas, en La Paz; a la de Shinahota, en Cochabamba; y alguna otra que en este momento no recuerdo”.
Cortez asegurĂ³ que la coca ya no puede ser quemada. “Antes, EEUU disponĂa de un presupuesto para incinerarla. Hoy, nuestra ConstituciĂ³n nos manda preservarla; es nuestro respaldo para buscar beneficio y utilidad, como es el abono”.
IvĂ¡n Arias, analista en temas municipales, asegurĂ³ que “las normas establecen que la coca incautada debe ser incinerada”.
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