La Feria 16 de Julio presenta a dos artistas del alambre
Ambos expositores se encuentran en La Riel a la espera de que algĂșn visitante lleve sus productos para adornar sus hogares y oficinas.
Filamentos de metal entrelazados forman obras de arte dignas de aprecio y el mundo del comercio en la Feria 16 de Julio las presenta cada jueves y domingo como una opciĂłn para que los visitantes las adquieran.
Dos personas se apuestan en la riel con el objetivo de promocionar sus productos, pues como dirĂa el escritor jesuita de la India, Anthony de Mello, “necesitas sĂłlo cuerpo y mente”, tus cinco sentidos unidos a la creatividad para producir elementos decorativos para el hogar, oficina, etc. a base de alambres.
“Es imaginaciĂłn, habilidad y originalidad”, asĂ lo expresa Luis Curo, de 34 años de edad, artesano de profesiĂłn.
Los visitantes de este populoso centro de compra se acercan al vendedor y le preguntan, ¿CuĂĄnto cuesta el cusi cusi? Mientras el comerciante ansioso responde “a 10 bolivianos las arañas”.
A diferencia de algunas comerciantes que exponen sus productos con zalamerĂa, estos artistas presentan a la ciudadanĂa sus enseres en silencio. “Se venden solos”, aseguran ambos comerciantes.
Los productos son figuras extravagantes muy parecidas a conocidos extraterrestres de diferentes pelĂculas de Hollywood, aproximadamente miden 30 centĂmetros de altura y tienen un costo promedio de Bs 120.
“Yo trabajo a puro alicate. En este alien demorĂ© por lo menos siete horas”, afirmĂł Miguel Tito JuĂĄrez, otro de los expositores que presentaba sus productos a unos dos metros de distancia del puesto de su compañero sobre el conocido sector de la Riel.
COMPETENCIA
Para ambos expositores el hecho de comercializar sus productos, a veces casi de forma simbiĂłtica, no significa que exista rivalidad.
“Viajamos juntos por el interior del paĂs, el comercializar nuestro producto en un solo lugar no da mucho rĂ©dito, por lo que esto nos obliga a ir por varias ciudades como PotosĂ, Sucre, Cochabamba, Santa Cruz y Oruro”, aseguraron ambos.
El propĂłsito para los entrevistados es expandir su arte mĂĄs allĂĄ de las fronteras. “La mano de obra es mĂĄs reconocida en el exterior, por ejemplo, un alien cuesta 120 bolivianos, precio para el paĂs, en otros lugares son mĂĄs caros. En PerĂș llegan a 250 soles, equivalente a 500 bolivianos”, indica Curo.
“En la actualidad hay mucha competencia china, es terrible, sus productos son similares pero de material mĂĄs duro y se vende mĂĄs barato. En la feria artesanal del El Prado (La Paz) venden sĂłlo peluches chinos o americanos; entonces la feria ya no es artesanal, por eso ya no voy”, agregĂł.
A pesar de que el artesano Miguel Tito cuenta cĂłmo es que tuvo que dejar su anterior rubro de elaboraciĂłn de aretes, asegurĂł que se puede vivir haciendo arte, “al dĂa se hace 100, 300, 400, 500 bolivianos, pero hay otros dĂas que la ‘pelo’ y sĂłlo hago Bs 80”.
El rostro de la gente que pasa por estos puestos de venta demuestra en muchos casos interés, varios ciudadanos observan, otros preguntan y algunos compran.
“Lo que atrae al pĂșblico son los escorpiones, serpientes, libĂ©lulas y arañas, para ellos hay que armar las patas, luego el cuerpo, no se arma todo de golpe, ademĂĄs se usan alicates de distintos tamaños”, aseverĂł Curo, ademĂĄs, afirmĂł que en 10 minutos logra armar una araña con detalles de semillas tropicales en el cuerpo.
En ocasiones, ambos artistas se sientan en medio de su puesto buscando la manera de compartir lo que hacen con los ciudadanos visitantes de la feria alteña, “comparten que su arte en vivo” y algunos afortunados pueden deleitarse con los movimientos del acero y el arte de cada uno de ellos.
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